En la actualidad, donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la relación entre la IA y el arte se ha convertido en un tema muy debatido. Sin embargo, algunos artistas no eligen la resistencia, sino que bailan al compás de esta ola, transformando la inteligencia artificial en un catalizador de su inspiración creativa. HANA KATOBA, una destacada artista visual, es uno de esos ejemplos brillantes. Ella combina su profunda pasión por la naturaleza con la inteligencia artificial de manera magistral, creando imágenes que son surrealistas pero ricamente poéticas, transmitiendo a través de los medios tecnológicos sus reflexiones sobre la vida, el tiempo y la naturaleza.
Desde lápices de colores hasta lienzos digitales
La múltiple expresión del arte
HANA KATOBA es un nombre que proviene del japonés Flores y palabras, que significa Lenguaje de las flores. Para ella, el arte no es solo una forma de expresión, sino una manera de entender el mundo — desde los lápices de colores esparcidos en su infancia, hasta las melodías de guitarra que tocaba su padre, pasando por la fotografía, que descubrió y adoró durante su periodo de estudios en la Universidad de Barcelona. Desde entonces, la pintura, la música y la fotografía se han convertido en su forma de expresarse, moldeando silenciosamente a la HANA KATOBA que conocemos hoy y su estilo.
En su proceso creativo, se siente particularmente fascinada por la belleza de las plantas, especialmente aquellas hojas verdes que a menudo son consideradas como meros acompañantes. Ella siente que las hojas verdes son como protagonistas silenciosos, capaces de sostener toda la escena sin robarse el protagonismo, pero dejando una huella en todo. Por lo tanto, en sus obras siempre se centra en flores, hierbas y elementos de la naturaleza, donde cada flor, cada hoja y cada rayo de luz encuentra su lugar y significado.
Diálogo entre tecnología y sensibilidad
IA como compañero de creación
Ella cree que la IA no es un sustituto del arte, sino una herramienta capaz de romper las barreras de la imaginación. Asegura que, en cierto modo, utilizar la IA para crear es un homenaje al pasado y una expectativa hacia el futuro. Así que su proceso creativo comienza con bocetos a mano, luego introduce sus ideas iniciales en la IA y utiliza su trasfondo fotográfico para ajustar la composición, los colores y la luz. A través de constantes interacciones, intentos y ajustes, finalmente logra presentar esas imágenes surrealistas que parecen sacadas de un sueño.
En la serie de obras de Paisaje interior, se proyectan diversas imágenes paisajísticas en rincones vacíos y deteriorados, transformando instantáneamente un ambiente sin vida en un espacio surrealista, tranquilo y sanador. Las plantas y figuras en las obras, así como el pasado y el futuro, lo tradicional y lo tecnológico, se entrelazan, formando un lenguaje visual único. Como ella misma dice: Detrás de cada obra hay una mirada humana, cada intención y sentimiento son imposibles de automatizar por una máquina..
En la visión de HANA KATOBA, la IA le permite visualizar las imágenes que surgen en su imaginación, rompiendo las barreras del tiempo y el espacio, explorando de manera sincera y no vacía las nuevas posibilidades del arte.
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Fuente @hana.katoba